3. Modelo romántico/naturalista/experiencial
El modelo romántico parte de una ideología humanista que pretende tener en cuenta al educando como parte protagonista y activa del aprendizaje y centralizado en el mundo interior del menor. Se basa en la premisa de no directividad y máxima autenticidad y libertad, suponiendo la existencia de suficientes capacidades internas por parte del aprendiz para ser funcional en su vida y buscando una metodología de aprendizaje natural y espontánea.
Bajo este modelo se promueve que el desarrollo de los menores debe ser natural, espontáneo y libre, centrando el aprendizaje en la experiencia libre y en los intereses del menor, siendo únicamente el educador un posible auxilio para este en caso de necesidad. Lo importante es que el menor desarrolle sus facultades internas de manera flexible. No es teórico sino experiencial: se aprende haciendo.
En este modelo, se propone que el sujeto no debe ser evaluado, comparado ni clasificado, señalando la importancia de que se pueda aprender libremente sin interferencias. Como mucho se propone una evaluación cualitativa, dejando de lado la cuantificación para observar como se ha ido desarrollando el sujeto.
4. Modelo cognoscitivista/desarrollista
Basado en la concepción piagetiana del desarrollo, este modelo se diferencia de los anteriores en que su principal objetivo no es el de cumplir con el currículo, sino contribuir y formar al sujeto de tal manera que adquiera habilidades cognitivas suficientes para ser autónomo, independiente y capaz de aprender por sí mismo. La educación se vive como un proceso progresivo en el que se van modificando las estructuras cognitivas humanas, modificaciones que pueden alterar la conducta indirectamente.
El papel del docente pasa a evaluar el nivel de desarrollo cognitivo y orientar a los alumnos de cara adquirir la capacidad de otorgar sentido a lo aprendido. Se trata de un facilitador en la estimulación del desarrollo del aprendiz, siendo la interacción maestro alumno bidireccional. Se trata de generar experiencias y ámbitos donde poder desarrollarse, evaluando cualitativamente al sujeto aprendiz.
5. Modelo educacional-constructivista
El modelo educacional constructivista es uno de los que mayor utilización y aceptación tiene en la actualidad. Basado como el anterior en autores como Piaget pero también junto con las aportaciones de otros autores destacados como Vigotsky, este modelo centra su atención en el alumno como principal protagonista del proceso educativo, siendo un elemento activo imprescindible en el aprendizaje.
En este modelo la tríada profesor-alumno-contenido es vista como un conjunto de elementos que interactúan de manera bidireccional los unos con otros. Se busca que el alumno pueda construir de manera progresiva una serie de significados, compartidos con el profesor y con el resto de la sociedad, en base a los contenidos y orientación del docente.
Un elemento fundamental para esta perspectiva es que el aprendiz pueda atribuir sentido al material aprendido y también al propio proceso de aprendizaje, actuando el docente como guía del aprendizaje y teniendo este último en cuenta la necesidad de proporcionar una ayuda ajustada a las necesidades del aprendiz.
Se trata de optimizar al máximo posible las capacidades de éste, de tal manera que se acerque al máximo nivel potencial en vez de limitarse a su nivel actual real (es decir, que alcance el nivel al que puede alcanzar con ayuda). El control se va cediendo progresivamente al alumno según va dominando el aprendizaje, de tal manera que se va logrando una mayor autonomía y capacidad de autogestión.